Mantenimiento para el éxito

El dispensador de productos químicos “correcto” solo permanecerá así si mantiene las características que lo hicieron una opción atractiva en primer lugar. El mantenimiento es esencial para garantizar un rendimiento óptimo durante un periodo de tiempo.

Es preferible un enfoque preventivo a esperar a que se desarrolle un problema. Deje que se intensifique y las repercusiones pueden ser costosas; mucho más allá del impacto financiero obvio de cualquier tiempo de inactividad en su balance final. Para evitar esto, el mantenimiento planificado le permite llevar a cabo una serie de comprobaciones específicas y la sustitución de piezas si es necesario. Simultáneamente, le permitirá detectar cualquier cosa fuera de lo común para permitir la resolución de problemas.

Limpia como quieras continuar

El servicio de limpieza general siempre es un buen punto de partida. Estas son pequeñas tareas que puede realizar en cualquier instalación. A diferencia del mantenimiento programado preciso de las unidades y líneas de suministro, a menudo ya formarán parte de su régimen de salud y seguridad.

Elimine cualquier desorden que proporcione una barrera para el funcionamiento seguro de sus sistemas. Esto incluye contenedores de productos químicos, utensilios de limpieza y herramientas. Mantenga todas las áreas circundantes limpias y secas del agua o derrames químicos. Limpie periódicamente la carcasa y el cuerpo de las unidades dispensadoras. Cualquier acumulación de residuos puede impedir el reconocimiento de un problema que podría afectar finalmente a la eficiencia. Esto garantiza un entorno limpio y seguro en el que realizar las tareas de mantenimiento clave.

Tubos y dosificación de productos químicos

Los dispensadores con bomba peristáltica dependen de un tubo peristáltico que tiene el producto químico comprimido a través de él en funcionamiento. Los tubos deben cambiarse, dependiendo de la cantidad de uso, en cualquier lugar entre cada uno y seis meses. Desde el punto de vista del fabricante de productos químicos, estos tienen que calcularse en costes de por vida que implican viajes regulares a los centros para llevar a cabo la sustitución. A medida que los tubos envejecen, comienzan a perecerse, volverse quebradizos y planos. A su vez, esto reduce el suministro y la dosificación del producto químico.

Por ejemplo, si su dispensador se calibró originalmente para proporcionar 15 ml/kg y no cambia regularmente el tubo, esto podría reducir el suministro a 3 ml/kg como resultado. Esto puede ser fundamental en todos los aspectos de las relaciones comerciales de una lavandería. Para las instalaciones, esto puede afectar a la calidad de su lavado. Esto puede tener un impacto negativo en sus clientes, quienes, si son un restaurante u hotel, a su vez se enfrentan a un sentimiento negativo similar de sus clientes. Con un potencial químico menor que el propuesto en un ciclo, esto también refleja negativamente los intereses y la reputación del fabricante/proveedor de productos químicos.

Filtrar fuera

Los sistemas dispensadores suelen tener un filtro o una arandela de filtro en la entrada de agua. Esto evita que las partículas de la línea de agua entren en la válvula de agua y afecten a la dilución. Estos filtros requieren una limpieza regular. La frecuencia depende de las condiciones locales del agua. Las puntas de dosificación y los tubos se desgastan y necesitarán reemplazarse para mantener las funciones de dosificación adecuadas. Si opera en un área de agua dura, puede notar que se forma cal dentro del extremo de descarga del eductor, así como en cualquier otra área de la unidad que esté expuesta al agua. Puede eliminarlo sumergiendo el eductor en una solución de descalcificación (solución de descalcificación). Sin embargo, hacer pasar un producto de descalcificación a través del dispensador para descalcificarlo es solo una acción adecuada si el producto dentro de la unidad es compatible y no reaccionará, o si la unidad se ha lavado a fondo con agua. Otra alternativa es extraer la solución de descalcificación a través de la unidad. Esto requeriría su eliminación, ya que se ha cubierto anteriormente y el producto tendría que ser compatible con el producto químico que se está dispensando a través de la unidad.

Concéntrese en las puntas de dosificación

Las puntas de medición regulan la cantidad de concentrado químico que se mezcla con el agua. Es crucial que estos funcionen correctamente. Si no se sustituyen regularmente, las proporciones de dilución se vuelven inexactas y afectan a los resultados de limpieza.

Es probable que una punta dosificadora obstruida afecte a la capacidad del dispensador para ofrecer relaciones de dilución precisas, de forma constante. Los residuos en la línea de agua suelen ser los culpables cuando las puntas de medición están bloqueadas. Otra causa son los depósitos químicos cristalizados o secos en la punta. Puede combatir estos problemas colocando filtros de malla ultrafina en la entrada de agua y manteniendo la punta de medición sumergida continuamente en la solución para evitar residuos secos.

Mantener su futuro

Si desea evitar sentirse sobrecargado por su programa de tareas de mantenimiento y concentrarse en un ciclo de producción sin problemas, entonces una unidad de dispensación de productos químicos Venturi es una excelente opción. El Venturi es de bajo mantenimiento y ofrece una tranquilidad considerable. Los costos dependen en parte de la ubicación de una instalación. Cuanto más remoto, o la mayor distancia que un fabricante de productos químicos tiene que recorrer para cambiar un tubo peristáltico, por ejemplo, más rápido se pagarán estas unidades.

También hay muchas mejoras proyectadas que evolucionan a partir de los desarrollos en el Internet de las cosas, como los dispensadores de productos químicos conectados, que solo mejorarán la consistencia de la limpieza. El mantenimiento predictivo, que utiliza el propio dispensador para analizar los datos y recomendar el mantenimiento antes de que surjan los problemas, es una clara posibilidad en un futuro próximo.

Sin estas opciones, la mejor manera actual de garantizar su rendimiento de limpieza, al tiempo que se limitan los desperdicios químicos, el tiempo de inactividad y los costes añadidos no planificados, es cumplir con un programa de mantenimiento regular y meticuloso.